Por poco no acaba Justin Bieber entre rejas. Y no, no os estamos adelantando detalles del argumento de CSI Las Vegas.
Resulta que Justin lanzó dos globos de agua a un agente de policía mientras éste estaba controlando a los fans que iban a ver su concierto en Maryland.
Uno explotó en el cinturón del policía y el otro le dio en el pecho, pero este segundo globo no reventó. Lógicamente al policía no le hizo ni pizca de gracia la bromita de Justin y estuvo a punto de arrestarlo, pero, por suerte para el artista, su guardaespaldas consiguió calmar al agente.
Así que todo quedó en un susto y Justin no fue fichado, aunque seguro que se le van las ganas de ir gastando bromas a los agentes de la ley.
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