Después de ser condenada a 200 horas de servicios a la comunidad con motivo de su arresto por posesión de cocaína en agosto, la rica heredera acudió el pasado fin de semana a borrar pintadas, rodillo en mano, a las calles de Los Ángeles. Para distinguirse del equipo de limpieza y demostrar que no está acostumbrada a estas lides, se puso unos zapatos de tacón, aun sabiendo que le incomodarían e iban a impedirle pisar tierra firme.
Hilton se presentó a la cita también con unas enormes gafas de sol que le tapaban la cara.
El toque menos sofisticado se lo dio su coleta, que le permitió mimetizarse con la gente normal. Asimismo,su atuendo se completaba con la camiseta amarilla que la identificaba como parte del servicio de limpieza de Los Ángeles y unas mallas negras, gracias a las cuales lucía sus esbeltas piernas.
Hilton se presentó a la cita también con unas enormes gafas de sol que le tapaban la cara.
El toque menos sofisticado se lo dio su coleta, que le permitió mimetizarse con la gente normal. Asimismo,su atuendo se completaba con la camiseta amarilla que la identificaba como parte del servicio de limpieza de Los Ángeles y unas mallas negras, gracias a las cuales lucía sus esbeltas piernas.
La organización del Equipo de Embellecimiento de Hollywood le dio una serie de reglas previamente que tenía que acatar sin peros. Entre las mismas, destacaban que no podía llegar ni un minuto más tarde a su puesto (y eso que estaba citada a las siete de la mañana) y que debía "olvidarse de los cafés y de los teléfonos móviles". Sin duda, todo un sacrificio para una persona que no está en absoluto acostumbrada a realizar trabajos físicos.
Los compañeros de faena de Paris quedaron encantados con ella. No sólo se esmeró en hacer bien su labor, sino que derrochó sencillez y simpatía para crear un buen ambiente laboral. Curioso si se tiene en cuenta su larga lista de enemigas famosas.
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